Raúl Laguna
A unos días de concluir su gestión como diputado local plurinominal por el Partido Verde Ecologista en la LXV Legislatura del Congreso del Estado de Oaxaca, Samuel Gurrión Matías aprovechó la última etapa de su mandato para realizar un importante «sabadazo», una serie de movimientos políticos que, en su último suspiro como legislador, consiguieron la elevación de rango administrativo de dos destinos turísticos clave de la costa oaxaqueña: Zipolite y Mazunte.
A través de una serie de gestiones y maniobras legislativas, el diputado Gurrión logró que Zipolite fuera reconocida como la única playa nudista en Oaxaca y, en un acto de última hora, consiguiera que la pequeña comunidad pasara de ser una Agencia de Policía a Agencia Municipal del municipio de San Pedro Pochutla. De igual manera, también impulsó la elevación administrativa de Mazunte, localidad que forma parte del municipio de Santa María Tonameca, a la categoría de Agencia Municipal. Ambos lugares, que han ganado popularidad por su atractivo turístico, son de particular interés para Gurrión, quien posee negocios hoteleros y restauranteros tanto en Zipolite como en Mazunte.
Samuel Gurrión aprovechó su posición como presidente de la Mesa Directiva en el Congreso del Estado para, en lo que muchos consideran una jugada estratégica en su última semana de trabajo, impulsar estos cambios administrativos que implican una mayor autonomía para las comunidades de Zipolite y Mazunte. La medida también se interpreta como una forma de facilitar su futuro empresarial en la región, pues la elevación administrativa podría facilitar la gestión de recursos y servicios en las localidades, así como generar mayores oportunidades para sus negocios familiares, entre los que se encuentran conocidos establecimientos como Naked, Nude (en Zipolite) y El Rinconcito (en Mazunte), entre otros.
Si bien la decisión ha sido recibida con entusiasmo por muchos en las comunidades afectadas, algunos críticos cuestionan la oportunidad y los posibles intereses personales detrás de la gestión. Sin embargo, Gurrión Matías ha defendido su actuación, asegurando que su principal objetivo ha sido beneficiar a las comunidades, reconociendo la importancia de estas localidades como destinos turísticos de interés nacional e internacional, lo que, a su juicio, justifica su elevación administrativa.
El movimiento «Sabadazo»
El término «sabadazo» se ha utilizado coloquialmente para referirse a la última jugada política de Gurrión, al hacer estos anuncios a solo unos días de concluir su mandato. Si bien no es raro que los legisladores aprovechen los últimos días de gestión para realizar gestiones a favor de sus distritos, el caso de Gurrión se destaca por la rapidez y la importancia de los cambios realizados, que afectan a dos localidades clave en la Costa Oaxaqueña.
Zipolite, conocida por su ambiente alternativo y su playa nudista, es una de las principales atracciones turísticas de la región. Desde su reconocimiento como la primera Playa Nudista de Oaxaca en septiembre de 2024, la comunidad ha buscado mayores recursos y autonomía para gestionar su desarrollo sin comprometer su identidad. Con el nuevo nombramiento de Agencia Municipal, se espera que los habitantes de Zipolite tengan mayor control sobre sus propios recursos, lo que podría traducirse en mejores servicios e infraestructura para los residentes y turistas.
Por su parte, Mazunte, otro destino turístico popular, también ha visto con buenos ojos el reconocimiento de su Agencia Municipal, pues este cambio también le permitirá contar con una mayor autonomía para gestionar su futuro, en un contexto donde el turismo ha sido clave para su economía. Sin embargo, ambos destinos, que forman parte de San Pedro Pochutla y Santa María Tonameca respectivamente, deberán ahora navegar por los retos que conlleva el desarrollo administrativo, sin perder el carácter que los hace especiales.
Una jugada política o una necesidad real
En el ámbito político, los movimientos de Samuel Gurrión han sido observados con lupa. Para algunos, estos cambios son una muestra de pragmatismo político, aprovechando su último mes en funciones para dejar un legado tangible que lo conecte con su comunidad empresarial. Para otros, especialmente sus detractores, estos movimientos podrían interpretarse como un uso cuestionable de su estatus como legislador para beneficiar directamente a sus propios intereses comerciales.
Lo cierto es que los habitantes de Zipolite y Mazunte celebran la elevación administrativa, pues entienden que esto podría traer consigo un futuro de mayor autonomía y prosperidad para sus comunidades. Sin embargo, el legado de Samuel Gurrión como legislador se mezcla con una sensación ambigua sobre la equidad y la transparencia de sus gestiones, sobre todo cuando se vinculan con sus negocios privados. El tiempo dirá si estos «sabadazos» serán recordados como una estrategia política exitosa, o como una jugada que, más allá de beneficiar a las comunidades, fue en última instancia un movimiento en beneficio personal.