El homicidio del alcalde de Uruapan reabre el debate sobre la inseguridad que viven los municipios en México. En Oaxaca, la violencia política sigue creciendo: más de 30 ediles y exediles han sido asesinados entre los gobiernos de Alejandro Murat y Salomón Jara.
Raúl Laguna

🔺 De Uruapan a Oaxaca: una violencia que no se detiene
El asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo Rodríguez, ocurrido el pasado 1 de noviembre, volvió a encender las alertas sobre la violencia política que golpea al país.
El edil fue atacado a balazos durante las celebraciones de Día de Muertos, en pleno centro del municipio, frente a decenas de personas.
El caso generó indignación nacional, pero también recordó que en el sur, Oaxaca vive una crisis similar, con autoridades locales asesinadas sin justicia ni resultados.
⚫ Oaxaca: foco rojo desde hace varios años
Entre 2017 y 2025, más de 30 presidentes municipales, exalcaldes y autoridades electas han sido asesinados en Oaxaca, según reportes periodísticos y datos de la Fiscalía estatal.
Durante el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa (2016–2022) se registraron casos que marcaron al estado:
- Alejandro Aparicio Santiago, alcalde de Tlaxiaco, asesinado el 1 de enero de 2019, minutos después de tomar protesta.
- Arturo García Velázquez, edil de Jalapa de Díaz, ejecutado el 23 de diciembre de 2019.
- Otros hechos violentos ocurrieron en San Pedro El Alto, San Bartolomé Loxicha y Eloxochitlán de Flores Magón.
Los ataques se repiten con la misma constante: impunidad, conflictos políticos y ausencia de resultados judiciales.
🔴 El problema sigue en el actual gobierno
Con la llegada de Salomón Jara Cruz a la gubernatura, los homicidios de autoridades municipales no se han detenido.
En los últimos meses, tres casos sacudieron nuevamente a la entidad:
- Román Ruiz Bohórquez, edil de Candelaria Loxicha.
- Mario Hernández García, presidente de Santiago Amoltepec.
- Lilia Gema García Soto, alcaldesa de San Mateo Piñas.
Todos fueron asesinados a mano armada en circunstancias distintas, pero con algo en común: las investigaciones permanecen abiertas y sin resultados públicos.
🕵️ Causas que se repiten
De acuerdo con fuentes de seguridad y periodistas locales, los asesinatos están ligados a disputas políticas internas, control de recursos públicos, conflictos agrarios y presencia del crimen organizado.
En muchos municipios rurales, los presidentes viajan solos, sin escoltas ni protección.
“Ser autoridad en Oaxaca es como caminar sin chaleco en zona de guerra”, comentó un funcionario estatal bajo anonimato.
⚖️ Impunidad sin fin
A pesar de la gravedad de los hechos, no existe un registro oficial actualizado que concentre los asesinatos de autoridades municipales en Oaxaca.
Cada caso queda en una carpeta diferente dentro de la Fiscalía, y las familias suelen enfrentar el proceso sin acompañamiento ni resultados.
🕯️ Una tragedia que se normaliza
El caso de Uruapan reavivó el debate nacional, pero en Oaxaca la violencia política se ha vuelto casi cotidiana.
Cada nuevo homicidio se suma a una lista que crece en silencio, sin justicia ni memoria.
En Oaxaca, ser presidente municipal ya no es un cargo de honor, sino un riesgo de muerte.