- Es poco común ver orcas en la costa oaxaqueña, al igual que ejemplares del pez luna
Con información de Jorge Morales
Tripulantes de una embarcación que recorre las costas de Oaxaca para hacer investigación acerca de la vida marina, lograron captar el momento en que un grupo de orcas ataca y se come a un enorme pez, conocido como mola mola o pez luna, frente a las costas de Mazunte.
En las imágenes se observa a tres orcas que van siguiendo al pez luna, hasta que, después de morderlo, lo sumergen y desaparecen bajo el agua.
De acuerdo con investigadores de la Universidad del Mar, el hecho llama la atención, porque es poco común ver orcas en la costa oaxaqueña, al igual que ejemplares del pez luna.
“Es una especie rara de ver y pues, además del evento de la alimentación de las orcas sobre esta especie, es aún más raro, no me he puesto a investigar, pero creo no hay registro de orcas alimentándose de pez luna y bueno afortunado porque pudimos documentar todo ese proceso”, mencionó Francisco Villegas Zurita, profesor investigador Universidad del Mar.
En los últimos meses, los avistamientos de diferentes especies marinas, son cada vez más comunes en la costa oaxaqueña, pero también más conocidos y difundidos, ya que, durante los recorridos turísticos que hacen los prestadores de servicios, es posible observar toda esta fauna.
Así, a lo largo de los más de 150 kilómetros de distancia en el mar, que hay entre Bahías de Huatulco y Puerto Escondido, comúnmente se pueden observar ballenas, tortugas, tiburones, orcas, orcas negras, delfines, mantarrayas y una gran cantidad de ejemplares, de distintas especies marinas.
Por ejemplo, una embarcación logró documentar también a un grupo de orcas, que solamente mostraron la aleta, por encima del agua, en el mar.
“Estuvieron varias embarcaciones y nos tocó ver como prácticamente trituraron una tortuga”, explicó Carlos Jorge Ponce, capitán de embarcación turística.
Según los investigadores de la Universidad del Mar, el incremento en el número de avistamientos y ejemplares marinos, no tiene que ver con un crecimiento poblacional, sino con una disminución en la temperatura del agua de mar, en las costas de Oaxaca, lo que les permite a estas especies pasar más tiempo en aguas más templadas.