Festival Nudista 2025 en Zipolite: Historias de libertad y convivencia sin fronteras

  • Más de 4 mil personas participaron en el encuentro y dejaron buena derrama económica en el destino turístico 

Raúl Laguna 

ZIPOLITE, POCHUTLA. – La décima edición del Festival Nudista 2025, celebrada en Zipolite, fue mucho más que un evento de entretenimiento. Con la participación de miles de turistas nacionales e internacionales, la playa oaxaqueña se transformó en un espacio de encuentro, libertad y respeto, donde el nudismo fue solo la excusa para conectar con otros seres humanos y con la naturaleza en su forma más pura. 

Del 31 de enero al 2 de febrero, Zipolite, conocida como «La Playa Nudista de México», abrió sus puertas a personas de todo el mundo que llegaron a disfrutar de actividades deportivas, recreativas y culturales, en un ambiente donde la convivencia no conoce barreras ni prejuicios. Con más de cuatro mil asistentes, según informaron la Asociación de Hoteleros de Zipolite y la Secretaría de Turismo de Oaxaca, el festival se consolidó no solo como una cita turística, sino como un lugar de expresión personal y colectiva. 

El evento, que ha crecido año tras año, tiene una atmósfera única que invita a la aceptación y la integración. A través de testimonios de algunos de los asistentes, podemos conocer más sobre lo que significa para ellos ser parte de este encuentro. 

“La libertad se siente en el aire” 

Para María, una joven mexicana originaria de la Ciudad de México, el Festival Nudista representó una experiencia liberadora. «Siempre había tenido la curiosidad de participar en un festival como este, pero nunca había encontrado el momento adecuado», compartió. «Cuando llegué aquí, me di cuenta de que lo que más me impacta no es solo el nudismo, sino la sensación de libertad. No hay juicios, no hay comparaciones, solo un grupo de personas disfrutando del momento sin nada que los limite.» 

María, como muchos otros, se unió a actividades como el yoga, las caminatas de convivencia y los talleres de body paint. «Es increíble cómo la gente aquí se une tan rápidamente. Es un lugar donde se puede ser uno mismo, sin filtros ni máscaras. La conexión con la naturaleza y con otras personas es real y profunda», explicó. 

“Un espacio de aceptación y respeto” 

Carlos, originario de Ciudad de Méxcio, subrayó lo que muchos asistentes sienten al llegar a Zipolite: la aceptación total de la diversidad. «Soy nuevo en el mundo del nudismo, y la primera vez que me quité la ropa me sentí vulnerable. Pero aquí la gente te hace sentir cómodo desde el primer momento», relató. «No importa de dónde vengas, qué hagas o cómo te veas. Lo que importa es que estás aquí para disfrutar del presente, para ser parte de una comunidad que se respeta a sí misma.» 

Carlos participó en el torneo de voleibol y en una de las actividades de limpieza de playa. «Las actividades deportivas fueron muy divertidas, y lo que me sorprendió es que no importa la edad o el nivel físico de cada uno, todos participamos juntos. La limpieza de la playa también fue importante. Es una forma de demostrar que el respeto por el lugar y el entorno va más allá de la diversión», comentó. 

“Una oportunidad para desconectar” 

Sofía y Javier, una pareja de España, decidieron asistir al festival para experimentar algo completamente diferente. «Vivimos en una ciudad muy grande, con mucho estrés, y queríamos algo que nos permitiera desconectar por completo», explicó Sofía. «Lo que encontramos aquí fue mucho más de lo que esperábamos. No solo desconectamos de la rutina, sino también de todas las preocupaciones. Aquí puedes ser tú mismo sin tener que preocuparte por las expectativas de los demás.» 

Javier, por su parte, destacó la importancia del entorno. «Estar en un lugar tan natural, tan puro, sin las distracciones de la vida cotidiana, es como un respiro para el alma», afirmó. «Es una experiencia sensorial completa. Puedes caminar descalzo por la arena, disfrutar del sol y del mar sin que nadie te mire raro. Es como si el tiempo se detuviera por un momento.» 

“Conocer nuevas culturas, nuevos amigos” 

El Festival Nudista no solo fue una oportunidad para disfrutar de la libertad de estar sin ropa, sino también para conocer personas de diferentes partes del mundo. En este sentido, Gabriela, una viajera mexicana, resaltó la importancia de la diversidad cultural que caracteriza al evento. «Lo más bonito de este festival es que puedes hablar con gente de tantos países diferentes. La gente viene aquí con una mentalidad abierta, dispuesta a compartir su cultura y aprender de los demás. Conocí a personas de Alemania, Brasil, y hasta de India, y todos compartimos nuestras experiencias sin barreras», explicó. 

Gabriela participó en las actividades de muralismo y en las caminatas por la playa. «Es fascinante ver cómo el arte une a todos. Los murales que hicieron los participantes se convirtieron en una muestra de lo que somos, de la libertad de expresión», comentó. «Este tipo de eventos me hacen sentir que el mundo es un lugar más amable y cercano.» 

Seguridad y bienestar, prioridad del evento 

A pesar de la libertad que caracteriza al Festival Nudista, la seguridad fue una prioridad para los organizadores. La presencia de elementos de la Policía Municipal, la Guardia Nacional, Protección Civil y los cuerpos de salvavidas permitió que los asistentes pudieran disfrutar del evento con tranquilidad. 

«Me sentí seguro todo el tiempo», expresó Juan, un asistente del Estado de México. «Había muchos oficiales y personal de seguridad, lo que me dio una sensación de calma. Todo el evento estuvo bien organizado, y eso hizo que todos pudiéramos relajarnos y disfrutar al máximo.» 

Cierre musical y un ambiente de fiesta 

El Festival Nudista 2025 culminó con la actuación del grupo musical Merenglas, que puso a bailar a todos los presentes hasta altas horas de la noche. Para Esteban, un visitante de Puebla, fue el toque final perfecto. «La música fue el cierre ideal para un festival tan especial. Todo el mundo estaba en un estado de ánimo increíble, y la fiesta fue tan inclusiva como el resto del evento», comentó. 

El Festival Nudista 2025 en Zipolite no solo dejó recuerdos imborrables, sino que también demostró que, más allá de la libertad de despojarse de la ropa, lo que verdaderamente se celebra es la libertad de ser uno mismo, sin prejuicios y con un profundo respeto por el prójimo. Como resumió Pablo, un asistente de la Ciudad de México, «Zipolite es un lugar donde todos podemos ser auténticos, y eso es lo más hermoso de todo.» 

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